Personalidad múltiple

Andaba yo escuchando un bonito disco de Iván Ferreiro y me paré en una canción con el título que uso en la entrada, y me hace pensar... Cuando me preguntan que poder me gustaría tener siempre digo, poder duplicarme y hacer varias cosas a la vez, paso de ser invisible dentro del vestuario de las chicas o volar, no, yo necesito tiempo para ver series y la única manera es tener varios yo, uno en el curro, otro con mi mujer ahí dando el callo (jaja) y otro en el sofá, este adquiriría mucho peso pues solo vería series y comería burritos y patatas, al final del día se contarían las experiencias. Otro de ellos iría al gimnasio y otro visitaría a la família no directa (tios, primos etc..)
Pero y si todos llegaran un punto en el que se cansaran de su tarea ordenada? si todos, por ejemplo quisieran ver series? el primer día sería divertido, enga chicos traed sillas que vemos los Soprano!
El segundo uno querría ver Buffy, otro Firefly porque nos lo han traído los reyes y otro The Wire porque se lo ha dicho Moltisanti nº5, y sería un caos total, mi disco duro extraíble ya no sería mío, sería nuestro y el sofá no sería un lugar cómodo dónde tumbarse, el ordenador siempre estaría ocupado por alguno de los yo y el twitter sería un descontrol acabaría poniendo cosas como:

@sunne no, no creo
@sunne pues sunne me ha dicho que si

Mi mundo se haría trizas y no acabaría nunca las series que tengo por ver, creo que despúes de todo prefiero trabajar, comer (queso ;)) , vivir y disfrutar de las series yo solito porque así cuando vengan malos tiempos sabré diferenciar los buenos, bueno os dejo que Sunne necesita el ordenador, que estaba trabajando...

Letra de la canción de Iván Ferreiro: Personalidad múltiple

Uno quería hacer las cosas siempre bien,
el otro en cambio quería romperlo todo.
El tres pensaba que nada importaba
y el cuarto siempre quería dormir.

El quinto siempre ponía que corriera
a dónde fuera, lejos, lejos.

Y el sexto sólo pensaba en follar
y al siete sólo le importaban las canciones,
al ocho sólo lo que pudieran decir,
al nueve cómo sonarían si las tocara otro.

Y el diez se preguntaba si te iban a gustar
después de una semana sin hablar de él.

Once nunca se inclinaba
y el doce siempre tenía una opinión,
el trece se encargaba de la buena suerte
y el catorce nunca quería mirar atrás.

Los diez siguientes pensaban en diez cosas diferentes
llegando hasta los veinte sin saber que podía decir,
simplemente que aún no sé contar,
simplemente que aún no sé contar.

Los treinta siguientes se pillaban con los dientes,
se peleaban y jugaban a ser fuertes,
los números pares no encontraban sus lugares,
los impares parecían números naturales.

Los decimales sugerían que no éramos normales
y el infinito los convierte en números irracionales ...
irracionales ...
irracionales ...
irracionales ...

No hablaremos de los números primos
que sólo se dividen por uno o por ellos mismos.

Irracionales ...

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